lunes, 3 de octubre de 2011
Rabia
miércoles, 7 de septiembre de 2011
La vida de Alice (primera parte)
La lluvia oscurecía el ventanal de la cafetería, en él una chica de unos 20 años leía inmersa en el libro que tenia sobre la mesa. Su pelo rojizo y ondulado hacia las veces de cortina con lo que la sensación de aislamiento era absoluta. Unos golpecitos en el hombro la sacaron del mundo de fantasía en el que estaba enfrascada.
-Perdona, pero vamos a cerrar dentro de 10 minutos- dijo un empleado de la cafetería. Ella levanto la mirada aun un poco aturdida y recordando donde estaba, él la miraba con una mezcla de extrañeza y aburrimiento. Lentamente fijo la mirada en el chico que tenía enfrente, su aspecto era el de un freak de los juegos de rol que trabajaba en esa cafetería para ganarse un poco de dinero y gastárselo todo en comprarse las expansiones de World of Warlcraft.
- Oh, sí perdona, ya me iba- se levanto rauda cogiendo el libro y poniendo mucho cuidado en doblar un poco una esquinita para marcar el lugar donde había dejado la lectura y seguir con ella en otro momento.
Al salir de la cafetería ya era de noche y todas las farolas estaban encendidas. Miró el reloj: las 9:00. “Cada día cierran antes” pensó. Pero era su cafetería favorita así que no la iba a dejar solo porque la hora de cierre fuera tan temprana. Mientras pensaba eso miraba las hojas y el libro que tenia entre los brazos. De repente un golpe seco en su hombro hizo que todo lo que sostenía cayera estrepitosamente al suelo, mojando los papeles que con tanto cuidado estaba ordenando. Se agacho rápidamente para que el viento no se llevara ninguno, a su lado otra persona también se agacho, debía de ser esa la razón por la cual todo se le había caído, la habían golpeado al pasar.
-Lo siento, no era mi intención- dijo una voz grave, masculina, incluso se podía decir que era atractiva.
-Oh, no pasa nada, mea culpa- dijo ella sin mirar a el dueño de esa voz. Cogió el último papel que le faltaba y salió rápidamente hacia su casa.
Nada más llegar dejo el libro y los papeles encima de su mesa de trabajo y miro si tenía algún mensaje en el contestador.
-Tiene usted un mensaje nuevo- dijo el contestador con su característica voz monótona.
- No me lo digas, mi madre- Señalo ella sarcástica mientras ponía la mano sobre su frente como una adivina.
-Hola Al, soy mama. Solo quería recordarte que la boda de tu hermana es la semana que viene y Brittany esta como loca porque aun no ha recibido tu contestación, ya sabes cómo se pone, así que cuando puedas llámanos y nos dices si vas a venir con pareja o no y, bueno, nos cuentas algo sobre ti que no sabemos nada, ehh. Pues nada más, un beso y llama. Oh, tu padre te manda un abrazo y un beso enorme. Te queremos, adiós.-
Alice puso los ojos en blanco. Claro que se alegraba por la boda de su hermana, pero no quería que se lo estuvieran recordando todos los días y que fueran tan insistentes con que tuviera pareja o no. Eso la exasperaba.
Llamo por teléfono al restaurante de comida china que tenía cerca de casa y se sentó con su cena y un buen vaso de lambrusco. “Algún capricho me tendré que dar ¿no?” pensaba mientras saboreaba el dulce sabor del vino. Al poco rato se fue a la cama para estar mañana perfecta para el trabajo.
Trabajaba en una pequeña oficina de un periódico sin mucho prestigio, llevaba la sección de consultas amorosas. Alice siempre se tomaba su puesto como una pequeña broma del destino, darle la sección de amor a una persona que lo que menos tenía en su vida era amor era algo bastante curioso. Sus consejos siempre eran acertados o eso decían sus compañeras, pero no se pude decir que estuvieran fundados en hechos reales que le habrían ocurrido, ya que su vida amorosa se reducía a una cita a ciegas organizada por una antigua amiga suya.
El despertador sonó a las 8 de la mañana, como todos los días, y se levanto, desayuno, se ducho y se vistió como todos los días. El trabajo no le quedaba muy lejos de donde ella vivía, así que todos los días caminaba al trabajo en lo que ella llamaba “su dosis de ejercicio diario”, un ligero paseo de unos 20 minutos.
Nada más entrar se encontró con Alison, una rubia espectacular que cada día traía una nueva historia sobre sus parejas sexuales.
-Hola cariño, ¿Qué tal nos trata el mundo hoy?- dijo con su característica voz sensual y dulce que a todo hombre volvería loco.
-Bueno, no nos podemos quejar, por ahora tengo trabajo- dijo sonriendo Alice y yendo rápidamente a su despacho.
Ese despacho se lo gano gracias a su eficacia y a que nunca faltaba a trabajar y a que cuidó varias veces de los hijos del jefe sin esperar nada a cambio. El despacho estaba decorado con miles de posters de grupos de música desde Metallica a Beyonce, pasando por su preferido uno de Elvis. Todo lo que necesitaba estaba allí. Cada día recibía unas 60 cartas pidiendo consejo y cuando no podía contestar a todas, escribía a las personas interesadas cartas personales dándoles su consejo. Muchas de las cartas que recibía era agradeciéndole su ayuda y diciéndole lo bien que le habían salido las cosas. Todos agradecían la ayuda de la Dra. Amor.
Alice deseaba que el día acabara ya que era viernes y los viernes siempre iba al cine a ver alguna nueva producción y luego disfrutaba escribiendo su opinión sobre ella en su blog. De repente sonó el teléfono, extrañada lo cogió.
-¿Si? ¿Quién es?-
-Al, que bien que al fin te encuentro, soy Brittany- anuncio una voz aguda, enseguida le dieron ganas de ahorcarse con el cable del teléfono, ¿Cómo podía ser tan tonta de dejarse el teléfono puesto sabiendo que su hermana podría llamarla para lo de la boda?
-Bri, que alegría hablar contigo. ¿Qué tal esta Sam?-respondió intentando parecer emocionada.
-Oh, el está bien, pero no me cambies de tema. Sabes porque te llamo y quiero esa contestación ahora mismo. ¿Vas sola o con alguien?- su hermana siempre se caracterizo por ir al grano y no dar miles de vueltas a las cosas.
-Pues, la verdad es que creo que iré sola- “quizás me compre un gato y lo vista con un smoking así podre decir que voy acompañada” pensó tristemente.
-Genial, está bien, nos vemos el viernes que viene, un beso- su hermana era cortante cuando ya conseguía lo que quería.
-Si, adiós.- no le apetecía lo más mínimo seguir con esa conversación, además era la hora de la comida y los viernes coincidía con la hora de la salida.
Salió lentamente de su despacho deseando que ninguna de sus compañeras estuviera por los alrededores. No había nadie, perfecto.
Fue a comer a su cafetería favorita, luego pasaría por casa, se ducharía y al cine.
Se sentó en su mesa de siempre, pero una voz masculina la despisto, era la misma que la noche anterior le pidió perdón. Esta vez estaba dándole órdenes al chico freak del otro día. Alice miro al hombre del que provenía la voz y si no fuera porque la cafetería estaba llena de gente hablando se habría oído el débil gemido que salió de los labio de Alice al ver el físico de ese hombre.
domingo, 17 de julio de 2011
Libros
lunes, 20 de junio de 2011
:(
viernes, 10 de junio de 2011
Un mal dia
lunes, 16 de mayo de 2011
Amigos
Hay mucha gente que los tiene y no los aprecia, esas personas deberían perderlos aunque solo fuera durante un tiempo. Los amigos son aquellas personas que están a tu lado para lo bueno y para lo malo, esas personas que miran por ti y que se preocupan.
Yo un día tuve esos amigos. Cuando era aun una niña o eso creía yo, todo parecía perfecto, mi vida lo parecía. Pero no lo era. Todo cambió, era una adolescente cuando todo cambió. En ese preciso momento de mi vida habría dado lo que fuera porque alguien me habría ayudado a luchar, me habría dado la mano y me habría ayudado a levantarme. Superé las burlas, superé el miedo e intenté seguir con todo. Pero nada era lo mismo, ya no tenía mis apoyos, mis amigos. Ni siquiera era la misma. La niña que un día fui con un montón de amigos y sonriente y divertida simplemente desapareció. Sé que he perdido tanto de mi vida... a veces pienso que habría sido de mi si habría echo otras cosas, si habría sido como las demás. Me da miedo pensar en que me podría haber convertido, porque no sería yo. Por otra parte, todo habría sido mas fácil seguir a la marea mezclarme con ella, pero yo siempre iba en contra y me quede sola. Llego un momento en que los fines de semana eran para mi iguales. Mi cuarto, mis libros y mi imaginación fueron mis amigos. Cuando leía era como entrar en un reino en el que yo no era aquella chica que se sentía sola, a pesar de toda la gente que tenía alrededor.
Soñaba con que al terminar el Instituto e ir a la universidad todo cambiaría. En cierto modo así ha sido. No estoy sola, tengo personas en las que confiar, con quien sentirme segura. Ahora mi mayor temor es levantarme un día y ver que todo ha sido un sueño, un falso sueño. Que nada sea verdad o que todo acabe repentinamente ese es mi mayor miedo.
He llorado demasiado por gente que no merecía mis lágrimas. He sufrido demasiado y hubo un día que jure que nunca sufriría por personas que no lo merecían, me prometí nunca más dejar que la gente vea como soy. Construí un muro entorno a mí, cuando conozco a una persona antes enseguida lo consideraba un amigo, ya no. Tengo que estar segura de que no me dañara, que no hará que vuelva a sufrir. Este año poco a poco lo he ido bajando y a veces me sorprendo levantándolo sin motivo, como un acto reflejo. Tengo miedo eso es todo. No quiero abrirme a una persona, que me conozca profundamente. Solo dejo ver una parte de mí. El miedo me paraliza y no sé cómo superarlo. Tengo miedo a bajar el muro y que de repente venga una persona y me destroce por completo.
El sentimiento que me ha mantenido aquí ha sido el de la esperanza, esperanza a que todo cambie a que todo sea como siempre he soñado. Como, en el fondo creo, que me merezco, he luchado todo lo que he podido y seguiré luchando por encontrar mi camino. Seguro que será duro pero lo encontrare y podre decir JODETE MUNDO, A PESAR DE LOS OBSATACULOS LO HE CONSEGUIDO!!!